El 21 de febrero de 2025 se han cumplido 200 años del
nacimiento de Maximiano Hijón Ibarra, con este motivo, el pasado día 20, en
vísperas del bicentenario se publicó un libro titulado Maximiano Hijón, el arte
de la Arquitectura Urbana, escrito por Bruno Calleja Escalona, en el que se
recogía su vida y obra, que contó con muy buena acogida. También, esa
institución, junto a la Revista Pregón, han organizado durante todo el mes de
febrero una exposición que recoge la trayectoria profesional de este
arquitecto.
Maximiano Hijón nació en Logroño en 1825, formándose como
arquitecto en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde tituló en
1846. Los primeros años de su carrera los pasó entre Logroño y Madrid,
destacando muy pronto por su interés en la conservación de monumentos. En estos
momentos, propondrá la creación de un museo en la Iglesia de San Bartolomé de
Logroño, donde se ubicarán las piezas que se habían recuperado de los
monasterios desamortizados de la provincia.
También, en 1855, será nombrado Arquitecto Municipal de
Logroño, donde realizará algunas importantes obras públicas, además de
construir la que será su casa, la cual se ubicaba en las traseras de la casa de
su padre. Este edificio reunirá muchos de los elementos que Hijón ha conocido
durante su estancia en Madrid y que aplicará en sus obras posteriores en
Navarra, como las cabezas de león, las guirnaldas y medallones, además de las
escaleras dobles.
Sin embargo, no será hasta el año 1858 cuando sea nombrado
Director de Caminos de la Zona Sur de Navarra y un año más tarde fijará su
residencia en Pamplona.
Pronto recibirá el encargo del diseño de un edificio para
acoger el Instituto de Segunda Enseñanza, el cual, Hijón resolverá
introduciendo una estructura metálica, algo que no se había visto antes en la
ciudad y que le supuso estar presente en la Exposición de Filadelfia de 1876.
Igualmente, también se le encomendó el diseño y composición
del programa iconográfico del Salón del Trono del Palacio de la Diputación, que
se enmarcaba en los actos de preparación de una visita que la reina Isabel II
debería haber hecho a Pamplona y que finalmente fue cancelada, en la cual Hijón
era el encargado del programa iconográfico.
Para la realización del Salón del Trono, Hijón tendrá que seleccionar y contratar a los artistas, entre los que se encontraba su propio sobrino Constancio López Corona, que pintó tres retratos regios y algunas de las escenas que se colocan en esta estancia.
En 1859, Hijón es admitido como socio en el Casino
Principal, ubicado en el Paseo Sarasate. Sus obras no se centraron únicamente
en Pamplona, pues en 1861, firmará un proyecto para la construcción de la Venta
de San Fermín, ubicada entre Cadreita y Villafranca, además de un arco que se
instaló en ese año en Cortes para recibir al Rey.
El legado que Maximiano Hijón dejó no fue solo la
construcción de nuevos edificios, sino que también fue uno de los precursores
de la conservación de monumentos, siendo miembro de la Comisión de Monumentos
Histórico Artísticos de Navarra, donde, en colaboración con importantes firmas
como Juan Iturralde y Suit o Pablo Ilarregui será quien firme la revocación de
la Desamortización del Monasterio de Leyre, evitando así que este fuese
destruido. También trabajó en la conservación de la Ermita de Eunate y del
Edificio de la Cámara de Comptos. Su nombre aparece en muchas actas de esta
comisión, asistiendo a diferentes actos relacionados con monasterios
desamortizados en la Comunidad.
Hijón permanecerá en Pamplona al menos hasta 1867, cuando
vuelve a Logroño, sin embargo, deja importantes contactos con sus colegas
navarros, con los que se escribe cartas, en las que, por ejemplo, señala su
afición a la numismática.
En Logroño, será nombrado Arquitecto Provincial, además de
actuar como municipal cuando el cargo se encuentra vacante. También trabajará
como Arquitecto de la Diócesis, realizando una importante labor de recuperación
de numerosas iglesias en diferentes lugares que formaban parte de la Diócesis
en esos momentos.
Una vez en Logroño, Maximiano Hijón se casará en la iglesia
de Palacio con su sobrina Estéfana López Corona. La encontraremos, junto a su
hermana Rosa participando en las fiestas y veladas que Hijón ofrecía en su casa
y que gozaban de un gran interés por sus conciudadanos. Tras la muerte de esta
en 1882, Hijón se casará con Rosa López Corona, su hermana, siendo esta vez la
Basílica de San Agustín de Roma el escenario de este enlace.
Pese a residir en Logroño, Hijón será llamado en 1884 por el
Crédito Navarro para que diseñe un nuevo edificio de viviendas que se ubicará
en el número 44 de la Plaza del Castillo. Como ya había hecho con el Instituto
de Segunda Enseñanza, empleó una estructura metálica, realizada en Bélgica.
Tras la construcción del nuevo edificio, en su primer piso se instalará la
Sociedad Nuevo Casino Principal, heredera del Casino Principal y en sus bajos
abrirá sus puertas el Café Iruña, también atribuido a Hijón. En la decoración
del edificio, podemos ver elementos característicos de la obra de Hijón, así
como otros que bien podrían haber sido tomados en su viaje a Italia.
En 1887, Hijón será el encargado de construir unas escuelas
municipales para la localidad de Tafalla, las cuales se encuentran en la
actualidad en la Ikastola de ese municipio.
Tras una prolífica vida, Hijón murió en Logroño el 12 de
julio de 1891 en su casa de la Calle Herrerías. Su fallecimiento fue muy notado
por toda la sociedad del momento.
Hasta el momento, no se había identificado a Hijón en ningún
retrato o fotografía, sin embargo, gracias a la investigación de Bruno Calleja
Escalona, se ha podido identificar un retrato, realizado posiblemente por
Constancio López Corona y custodiado por el Ayuntamiento de Logroño, en el que
se representa a Hijón portando en su mano el plano del Salón del Trono del
Palacio de Navarra. También, Hijón ha sido identificado en un dibujo realizado
en 1864 por Juan Iturralde y Suit en una excursión al Monte Aralar.