lunes, 20 de marzo de 2023

Capítulo final en la historia del Puente Mantible de Logroño

 Situado aguas arriba, pero dentro del término municipal de Logroño, se construye el que puede ser el puente más antiguo de la ciudad de Logroño. Hablamos sin duda del Puente Mantible declarado Bien de Interés Cultural en 1983 y del que hasta 2021 subsistían dos arcos, uno en la ribera logroñesa del Ebro y otro en la vasca. Ahora solo queda el alavés.

La denominación de Puente Mantible (Puente Viejo) aparece en dos puntos de la geografía española, uno en Logroño y otro en Garrovillas de Alconétar (Cáceres).

Las leyendas sobre El Puente Mantible son muchas, relacionadas con personajes como Carlomagno, Finebrás, … mencionados también en un capítulo de Don Quijote de La Mancha y que da título a una obra de Pedro Calderón de La Barca. Sin embargo, estas alusiones se relacionan con el Mantible cacereño.

Menos resonada, pero no por ello menos importante, es la historia del Puente Mantible riojano, aunque es un tanto complejo conocer sus orígenes. Uno de los que se han propuesto es un origen romano, hacia el siglo II d.C., aunque no hay certeza de este hecho. Esta teoría plantea que el puente serviría para saltar el río, siguiendo una calzada procedente de Vareia y Tricio. Otra hipótesis, retrasa hasta el siglo XI la construcción del puente. Según esta propuesta, el Puente Mantible sería construido junto con el de Puente la Reina (Navarra) bajo el reinado de Sancho III El Mayor, en un proyecto para conectar Pamplona y Nájera.

Una tercera hipótesis plantea que el Puente Mantible fuese una construcción romana, reformado en la Edad Media.

El número de arcos también ha sido discutido, proponiendo una construcción con seis o siete arcos de medio punto con diferentes alturas, colocando el primero en una colina. Con un cauce normal únicamente los dos primeros arcos quedarían sobre el río.

En el siglo XII, el Puente Mantible queda inutilizado por algún motivo desconocido, aunque lo más probable parece ser una riada. En el año 1095, tenemos la primera mención al Puente de San Juan (Puente de Piedra de Logroño) en el Fuero de Logroño. Tras la destrucción en el siglo XII, el Puente Mantible volvió a ser usado destruyéndose finalmente en el siglo XV en alguna guerra. Recientes estudios señalan que el arco central fue dinamitado, dejando en mal estado al primero.

Desde entonces hasta la actualidad, el Puente Mantible ha subsistido parcialmente, exigiendo cada vez más una reforma que salve a este huérfano monumento logroñés. Sin embargo, esta nunca llegó y el 25 de enero de 2021, el arco logroñés se vino abajo, dejando únicamente la pila y el estribo. Tristemente, en ese momento  fue cuando se activó el protocolo de restauración por parte del Ayuntamiento, que plantea una reconstrucción que no suplirá la pérdida del original, pues únicamente será una copia.

Arco logroñés del Puente Mantible en la década de los 70 (Foto Petra Alcalde Morales)

Vista general del puente en los 80 (Foto Petra Alcalde Morales)

El arco logroñés en los años 80. (Foto Petra Alcalde Morales)

El arco logroñés en 1910, con su forma original
Arco logroñés derrumbado (BCE)

Vista de la pila del Puente Mantible (BCE)

Las piedras es cuanto ha quedado del arco logroñés (BCE)




sábado, 28 de enero de 2023

Escuelas de niñas de Bretón de los Herreros, un edificio olvidado

 Hoy en día, la Calle Bretón de los Herreros es una de las arterías más céntricas y destacables de Logroño. Sin embargo, sus orígenes se remontan a los fosos de las murallas, construidas en el lugar que hoy ocupan las viviendas decimonónicas.

El siglo XIX, supuso una revolución para la España del momento, pues, entre otras mejoras, se centró en que la Educación llegase a todas las personas por igual. Para poder llevar este ambicioso proyecto a cabo y acabar con los problemas de analfabetismo, el Gobierno central delegó en las Diputaciones, que empezaron a tomar cartas en el asunto para crear lugares de enseñanza para todos los niveles. Los lugares prexistentes, fuera de las iglesias, o conventos, eran a menudo lugares insalubres y con muchas carencias. Contra esto, se promulgará un real decreto en 1838, dando las pautas de cómo tendrían que ser los lugares de enseñanza.

La Ley Moyano supuso el despegue de un nuevo tipo de enseñanza.

En Logroño, sin embargo, las novedades tardarán unos años en llegar. En 1841, únicamente había un Instituto de Segunda Enseñanza y el Seminario. Sin embargo, poco a poco se van abriendo nuevas escuelas, llegando a 13 a finales de siglo. En 1865, el Ayuntamiento empieza a estudiar la posibilidad de construir una escuela de Párvulos en el entorno del Revellín, encuadrándose ya en las directrices marcadas por las nuevas leyes.

Uno años después, en 1877, el Ayuntamiento propone la construcción de una escuela de Niñas, que ubicará en la esquina entre las actuales Víctor Pradera y Bretón de los Herreros. Este nuevo edificio, será uno de los primeros que se construirán fuera de las murallas.

El encargado de realizar su construcción será el arquitecto municipal del momento, Francisco Luis y Tomás. Para su construcción planteó un diseño austero, con planta cuadrangular y tres pisos de altura, sin apenas decoración. Esto pone de manifiesto la escasez económica que había en el momento de la construcción.

En la memoria, menciona que existen unas instalaciones anteriores, pero que sus condiciones no son las adecuadas para su labor. En 1878, fueron entregadas e inauguradas. En esos momentos, la Calle Bretón de Los Herreros recibía el nombre de Muro de San Blas, aunque, poco tiempo después, la importancia de las escuelas mudó su nombre a cortina o muro de las Escuelas.

Esto nos demuestra la popularidad del edificio, que permaneció en uso durante largo tiempo. En 1902, la calle recibió el nombre de Bretón de Los Herreros, perdiendo así su antigua denominación. Sin embargo, las escuelas permanecieron en pie hasta el año 1942, cuando el edificio es derribado para construir el nuevo palacio de Justicia.

Las imágenes que conocemos de este edificio son muy escasas, la mayoría, muy previas al derribo y siempre, exteriores.

Las Escuelas vistas desde el patio interior (Foto Archivo Histórico Provincial de La Rioja)

La Casa de Socorro y las escuelas en una foto de 1935 (Foto IER)