Hoy en día, la Calle Bretón de los Herreros es una de las arterías más céntricas y destacables de Logroño. Sin embargo, sus orígenes se remontan a los fosos de las murallas, construidas en el lugar que hoy ocupan las viviendas decimonónicas.
El siglo XIX, supuso una revolución para la España del
momento, pues, entre otras mejoras, se centró en que la Educación llegase a
todas las personas por igual. Para poder llevar este ambicioso proyecto a cabo
y acabar con los problemas de analfabetismo, el Gobierno central delegó en las
Diputaciones, que empezaron a tomar cartas en el asunto para crear lugares de
enseñanza para todos los niveles. Los lugares prexistentes, fuera de las
iglesias, o conventos, eran a menudo lugares insalubres y con muchas carencias.
Contra esto, se promulgará un real decreto en 1838, dando las pautas de cómo
tendrían que ser los lugares de enseñanza.
La Ley Moyano supuso el despegue de un nuevo tipo de
enseñanza.
En Logroño, sin embargo, las novedades tardarán unos años en
llegar. En 1841, únicamente había un Instituto de Segunda Enseñanza y el
Seminario. Sin embargo, poco a poco se van abriendo nuevas escuelas, llegando a
13 a finales de siglo. En 1865, el Ayuntamiento empieza a estudiar la
posibilidad de construir una escuela de Párvulos en el entorno del Revellín,
encuadrándose ya en las directrices marcadas por las nuevas leyes.
Uno años después, en 1877, el Ayuntamiento propone la
construcción de una escuela de Niñas, que ubicará en la esquina entre las
actuales Víctor Pradera y Bretón de los Herreros. Este nuevo edificio, será uno
de los primeros que se construirán fuera de las murallas.
El encargado de realizar su construcción será el arquitecto
municipal del momento, Francisco Luis y Tomás. Para su construcción planteó un
diseño austero, con planta cuadrangular y tres pisos de altura, sin apenas
decoración. Esto pone de manifiesto la escasez económica que había en el
momento de la construcción.
En la memoria, menciona que existen unas instalaciones
anteriores, pero que sus condiciones no son las adecuadas para su labor. En
1878, fueron entregadas e inauguradas. En esos momentos, la Calle Bretón de Los
Herreros recibía el nombre de Muro de San Blas, aunque, poco tiempo después, la
importancia de las escuelas mudó su nombre a cortina o muro de las Escuelas.
Esto nos demuestra la popularidad del edificio, que
permaneció en uso durante largo tiempo. En 1902, la calle recibió el nombre de
Bretón de Los Herreros, perdiendo así su antigua denominación. Sin embargo, las
escuelas permanecieron en pie hasta el año 1942, cuando el edificio es
derribado para construir el nuevo palacio de Justicia.
Las imágenes que conocemos de este edificio son muy escasas,
la mayoría, muy previas al derribo y siempre, exteriores.