Ubicada en el corazón del Barrio de Ballesteros, en concreto
en su plaza homónima, encontramos la Iglesia de San José Obrero, que en este
2022 cumple 60 años como parroquia, pero su historia comenzó unos años antes,
dentro del Plan Ballesteros y su proyecto de Viviendas Ultraeconómicas.
Tanto las barriadas de edificios como la iglesia, fueron
diseñadas por el arquitecto José María Carreras, dando forma a uno de los
barrios sociales más importantes de la ciudad. Sin embargo, la iglesia no fue
concebida como parroquia, sino como capilla de una escuela, situada en los dos
edificios anexos, dependiente del Vivero Central.
El plan Ballesteros concluyó con la entrega de llaves a los
nuevos propietarios el 25 de diciembre de 1945. De estos primeros años la
documentación sobre la iglesia es escasa. En 1951, dependía de la parroquia del
Corazón de María.
La oficialización de la Parroquia llegará en 1962, cuando se
empiecen a redactar los libros. Sin embargo, este proyecto había comenzado un
año antes, con la llegada de dos importantes figuras históricas para la
parroquia, los sacerdotes Longinos y Modesto Solana. Cunado ellos llegan, el
edifico se encuentra en malas condiciones y deciden renovarlo, adaptándolo al
nuevo uso de parroquia. El edifico contará ahora con un nuevo pórtico y perderá
las ventanas laterales, pertenecientes a las aulas de la escuela. En 1963, con
el barrio en pleno proceso de urbanización, se inaugurará la nueva parroquia,
en un ambiente festivo. Pronto empezará a funcionar, imprimiendo en 1964 la
primera hoja parroquial y creando una peña de música infantil. El 1 de mayo de
1967, se celebrará en esta iglesia las primeras fiestas del barrio, dedicados a
San José Obrero. En 1971, con la parroquia y el barrio en su apogeo, llegará el
tercero de los hermanos Solana, Félix. En esta década surge también la
Asociación de Familias, que empieza reuniéndose en la parroquia. En 1980 se
celebrará la primera acampada en Anguiano. Esta será la primera de muchas que
lleguen a realizarse tanto en La Rioja como en otras comunidades. En 1979, justo
un año antes se había realizado la primera excursión a Valvanera. Pero esta
década tan prolífica marcará el final del antiguo templo parroquial, que había
sido remodelado en tres ocasiones, empieza a quedarse pequeño. Ante esto, se
empieza a estudiar la construcción de uno nuevo. Con el paso de los años, el
edifico nuevo va poco a poco, caminado hacia su realización. Sus arquitectos
serán Julio Sabrás. El diseño era un edificio de planta
cuadrangular, con un semisótano, que alberga un salón de actos y varias aulas.
Encima se sitúa la iglesia, con planta octogonal. Finalmente, en mayo de 1991,
se empezará a derribar la antigua iglesia, para dar paso al actual templo
parroquial. Las obras durarán dos años, inaugurándose la nueva parroquia en febrero
de 1993. En 1998 llegó una de las piezas más importantes de la nueva iglesia,
el retablo, datado de 1510, procedente de la iglesia de Zenzano y quizás previamente de la de Villanueva de San Prudencio. De él, solo se
pudieron salvar las tablas, que en la actualidad lucen en la parroquia, junto a
obras de importantes artistas como Miguel Ángel Sainz. El 23 de julio de 2002,
Longinos Solana cumplió las denominadas Bodas de Oro, al frente de la Parroquia
de San José. Esta efeméride fue motivo de una gran celebración, llenando el
nuevo edifico. El último gran acto de los hermanos Solana fue su despedida el
27 de noviembre de 2005. En su última misa les acompañaron muchas de las
personas que habían ayudado a la consolidación de la iglesia durante sus 44
años de servicio. Les sucedió Guzman Navaridas, que mantuvo la parroquia hasta
su fallecimiento. Durante sus 60 aniversario, el párroco actual José Miguel
Gil, planteará una exposición que recorra los 60 años de parroquia en planos,
imágenes y testimonios de un lugar con mucha importancia para la ciudad.


Varias vistas de la Iglesia vieja de San José Obrero. Archivo Parroquial
Obras de construcción de la Iglesia nueva. Archivo Parroquial
Inauguración de la iglesia nueva. Archivo Parroquial