viernes, 18 de abril de 2025

Guardián del Seminario

 

La Casa del Guarda hace algunos años. BCE

La conocida como Casa del Guarda, ubicada en la actual avenida de la paz y derribada en el año 2009, la Casa del Guarda era una de las construcciones más antiguas del recinto del Seminario Conciliar.

El proyecto de traslado del Seminario Conciliar de Logroño del Espolón a las fincas de Lobete y Valderna dio como resultado una de las mejores muestras de arquitectura del siglo XX Logroñés. Dentro de este proyecto, nos encontramos con la reforma de la Casa del Guarda, una edificación de planta cuadrangular, ubicada en el muro norte de la tapia de Seminario, que ya existía anteriormente. Según Felipe Abad León, esta construcción, realizada en adobe y revestida posteriormente, adaptándose al estilo constructivo de los nuevos edificios.

Se trataba de una construcción sencilla, de planta cuadrangular, con tres pisos de altura, que, en un estilo ecléctico, combinaba ladrillo, piedra y otros materiales. Su decoración más señalable eran los cuatro pináculos, que remataban sus esquinas. El contratista encargado de la renovación de su imagen fue Ángel Macazaga, el mismo que realizó la obra del Seminario. En 1930, llega el primer guarda, Juan Azcona y otros empleados eclesiásticos.

Esta casa, se encontraba rodeada por los jardines del Seminario, creando un bonito paisaje de acceso al recinto.

La construcción cumplió con su misión durante muchas décadas, hasta que, la ciudad en expansión, llegó al entorno del Seminario. La construcción de Avenida de la paz, hizo que la Casa del Guarda se convirtiese en un obstáculo para la nueva avenida, por lo que, en el año 2003, se decide derribarla para ampliar la acera. Sin embargo, el proyecto se rehace, planteando diferentes alternativas para salvarla, sin embargo, finalmente, el 6 de agosto de 2009, la Casa del Guarda es derribada, retranqueando la tapia del Seminario y ensanchando la acera.

jueves, 17 de abril de 2025

La Iglesia de San José, Logroño

 Ubicada en el corazón del Barrio de Ballesteros, en concreto en su plaza homónima, encontramos la Iglesia de San José Obrero, que en este 2022 cumple 60 años como parroquia, pero su historia comenzó unos años antes, dentro del Plan Ballesteros y su proyecto de Viviendas Ultraeconómicas.

Tanto las barriadas de edificios como la iglesia, fueron diseñadas por el arquitecto José María Carreras, dando forma a uno de los barrios sociales más importantes de la ciudad. Sin embargo, la iglesia no fue concebida como parroquia, sino como capilla de una escuela, situada en los dos edificios anexos, dependiente del Vivero Central.

El plan Ballesteros concluyó con la entrega de llaves a los nuevos propietarios el 25 de diciembre de 1945. De estos primeros años la documentación sobre la iglesia es escasa. En 1951, dependía de la parroquia del Corazón de María.

La oficialización de la Parroquia llegará en 1962, cuando se empiecen a redactar los libros. Sin embargo, este proyecto había comenzado un año antes, con la llegada de dos importantes figuras históricas para la parroquia, los sacerdotes Longinos y Modesto Solana. Cunado ellos llegan, el edifico se encuentra en malas condiciones y deciden renovarlo, adaptándolo al nuevo uso de parroquia. El edifico contará ahora con un nuevo pórtico y perderá las ventanas laterales, pertenecientes a las aulas de la escuela. En 1963, con el barrio en pleno proceso de urbanización, se inaugurará la nueva parroquia, en un ambiente festivo. Pronto empezará a funcionar, imprimiendo en 1964 la primera hoja parroquial y creando una peña de música infantil. El 1 de mayo de 1967, se celebrará en esta iglesia las primeras fiestas del barrio, dedicados a San José Obrero. En 1971, con la parroquia y el barrio en su apogeo, llegará el tercero de los hermanos Solana, Félix. En esta década surge también la Asociación de Familias, que empieza reuniéndose en la parroquia. En 1980 se celebrará la primera acampada en Anguiano. Esta será la primera de muchas que lleguen a realizarse tanto en La Rioja como en otras comunidades. En 1979, justo un año antes se había realizado la primera excursión a Valvanera. Pero esta década tan prolífica marcará el final del antiguo templo parroquial, que había sido remodelado en tres ocasiones, empieza a quedarse pequeño. Ante esto, se empieza a estudiar la construcción de uno nuevo. Con el paso de los años, el edifico nuevo va poco a poco, caminado hacia su realización. Sus arquitectos serán Julio Sabrás. El diseño era un edificio de planta cuadrangular, con un semisótano, que alberga un salón de actos y varias aulas. Encima se sitúa la iglesia, con planta octogonal. Finalmente, en mayo de 1991, se empezará a derribar la antigua iglesia, para dar paso al actual templo parroquial. Las obras durarán dos años, inaugurándose la nueva parroquia en febrero de 1993. En 1998 llegó una de las piezas más importantes de la nueva iglesia, el retablo, datado de 1510, procedente de la iglesia de Zenzano y quizás previamente de la de Villanueva de San Prudencio. De él, solo se pudieron salvar las tablas, que en la actualidad lucen en la parroquia, junto a obras de importantes artistas como Miguel Ángel Sainz. El 23 de julio de 2002, Longinos Solana cumplió las denominadas Bodas de Oro, al frente de la Parroquia de San José. Esta efeméride fue motivo de una gran celebración, llenando el nuevo edifico. El último gran acto de los hermanos Solana fue su despedida el 27 de noviembre de 2005. En su última misa les acompañaron muchas de las personas que habían ayudado a la consolidación de la iglesia durante sus 44 años de servicio. Les sucedió Guzman Navaridas, que mantuvo la parroquia hasta su fallecimiento. Durante sus 60 aniversario, el párroco actual José Miguel Gil, planteará una exposición que recorra los 60 años de parroquia en planos, imágenes y testimonios de un lugar con mucha importancia para la ciudad.



Varias vistas de la Iglesia vieja de San José Obrero. Archivo Parroquial




Obras de construcción de la Iglesia nueva. Archivo Parroquial


Inauguración de la iglesia nueva. Archivo Parroquial








sábado, 12 de abril de 2025

Nalda y el Monasterio de San Prudencio

 La cercanía entre Nalda y el Monasterio de San Prudencio hace que sus historias presenten lazos comunes.

La documentación primaria conservada del monasterio se reduce a una recopilación de documentos del propio archivo monástico, realizada entre 1725 y 1727 por un ilustre Monje, Gaspar Coronel, que el propio escribano titula como Historia del Real Monasterio de San Prudencio. En esta obra encontramos algunas noticias que recogen lazos entre Nalda y el Monasterio:

-1049: En este año el Rey Sancho III El Mayor dona al Señor de Cameros y gran benefactor del mismo, posesiones en varios lugares, entre ellos Nalda.

-2-4-1067: En una permuta de posesiones entre San Prudencio y San Martín, recibe a cambio de diferentes lugares, el dominio sobre el monasterio de San Agustín, cerca de Nalda con sus tierras.

-13-11-1217: Dentro del corpus documental, se recoge una escritura firmada en Nalda por la cual Raimundo y Martín Bermúdez venden a Rodrigo Díaz y su esposa el lugar de Muro por 700 maravedís.

-1121: en el testamento de Mencia Ximénez, esta entrega al Monasterio de San Prudencio varias posesiones, como la Villa de Luezas, además de heredades en Nalda que dice había heredado de sus padres, habiendo allí tierras, molinos, viñas y huertos.

Parte de esta obra se encuentra publicada en el libro Documentación Medieval del Monasterio de San Prudencio de Monte Laturce (Siglos X-XV) de Francisco Javier García Turza.

Por otro lado, encontramos referencias al vínculo entre Nalda y el Monasterio de San Prudencio en el libro escrito por Bernardo Ibáñez,

En él, el autor recoge que Nalda participaba en la multitudinaria romería que se realizaba al monasterio cisterciense, documentada desde al menos el siglo XII. Bernardo Ibáñez de Echávarri, señala en su libro Vida de S. Prudencio, Obispo de Tarazona, Patrono Principal, y Hijo de la M.N. y M.L. Provincia de Álava : precedida... , publicado hacia el año 1753 que antiguamente Nalda, junto a Murillo, Clavijo, Albelda, Lardero Alberite, Soto Tregujantes, Zenzano y Villamediana subían el día 28 de abril, pero al concentrarse un elevado número de personas y la gran duración de la recepción, se decidió hacer la recepción y romería de forma escalonada por días, reservando el 28 para que Logroño cumpliese el Voto que debía a este Santo.

Esta información también aparece recogida por el autor Julián Cantera Orive en su obra San Prudencio de Armentia también cita la presencia de Nalda en la Romería de San Prudencio. Igualmente, en un libro de reciente publicación titulado Tres Veces Cielo, el Monasterio de San Prudencio de Monte Laturce, escrito por Bruno Calleja Escalona, también se recoge esta presencia.



miércoles, 2 de abril de 2025

Puente Romano de Varea

 En la actualidad, no queda nada de él, sucumbió víctima del paso del tiempo, tras haber servido durante siglos. Hablamos del puente romano, edificado entre los actuales barrios de Varea y Los Lirios. Los datos que disponemos de este puente sobre el río Iregua son muy escasos, sin embargo, en su tiempo fue uno de los puentes más importantes de Logroño.

Sabemos que los primeros habitantes de este lugar fueron los Berones, procedentes del poblado, supuestamente homónimo, de La Custodia, Viana. Fue, durante los tiempos prerromanos, un punto sin mayor relevancia, dado que las primeras fuentes históricas apenas se hacen eco de su existencia.

Fue construido para servir de unión a la calzada romana que unía Caesaraugusta (Zaragoza) y Virovesca (Briviesca), cruzando sobre el río Iregua, continuar por el margen del Ebro, llegando hasta el Puente Mantible. Por él también pasaba la calzada que unía Vareia con Numancia, atravesando la sierra riojana para adentrarse en la meseta. Se ha pensado que sobre los arcos de este puente pasó Escipión y sus tropas, dispuestas a conquistar Numancia en el año 134 a.C. También parece que estuvo en la ruta de Sertorio, disidente romano en el año 77. Con la llegada de Augusto, la calzada se pavimentó y mejoró. Este puente fue la primera construcción romana sobre el río Iregua. El puente se mantuvo en uso durante muchos siglos. Se conocen noticias en el siglo III, V y X de nuestra era. Desconocemos que avatares históricos sufrió este histórico puente. En el año 1590, ya no está en uso, pues en ese año se autoriza la construcción de Puente Madre, para dar paso al Camino Real. En el siglo XVIII, el Puente es reconstruido. Sin embargo, otros documentos, parecen hacer referencia a un paso de madera sobre las ruinas del histórico puente, siguiendo el camino de Madre de Dios. En 1840, se pensó usar las bases de piedra existentes para construir el puente de la carretera. El proyecto no se realizó y las pilas de piedra, continuaron su proceso de degradación. En 1976, las bases son redescubiertas, siendo estudiadas, para después ser arrastradas por las aguas del Iregua.

Arquitectónicamente conocemos únicamente dos pilas datadas del siglo XVIII y un fragmento de cemento romano. Por los documentos históricos, sabemos que se trataba de un puente de piedra de sillería, con una serie de arcos de medio punto, que arrancaban en la margen derecha del río, donde han quedado unos restos, muy destruidos de este puente. Los arcos tendrían una altura no superior al puente de la carretera actual y se prolongarían hasta el inicio del barrio de los Lirios, sobre la finca de la Fombera. En el río quedaban hasta hace no mucho los restos de dos bases, con unos tajamares triangulares perfectamente reconocibles, en la actualidad, destruidos por una riada del Iregua.

El Puente actual a principios de siglo (Mi Logroño de Cristal)
 
Restos del Puente antiguo. Jesús María Pascual