miércoles, 25 de diciembre de 2024

Se derrumba la espadaña de la antigua iglesia de Olóriz Bajo

El pasado invierno, se derrumbó el último arco de la espadaña de la iglesia navarra de Olóriz Bajo, en ruinas desde hace más de dos siglos y en la actualidad ubicada dentro de una finca forestal del Gobierno de Navarra.

La documentación que hay sobre esta construcción es relativamente escasa. Arquitectónicamente, podemos afirmar que se trata de una iglesia de estilo de transición del románico al gótico. Este despoblado se ubica en el Valle de Arce, en concreto dentro del Valle del Río Gurpegui, un área muy afectada por la despoblación, dado que sus cinco pueblos: Zazpe, Olóriz Alto, Olóriz Bajo, Equieta y el propio Gurpegui se encuentran abandonados.

Las primeras noticias a este despoblado se encuentran en el año 1280, cuando este lugar pagaba impuestos. En 1366, en el Libro de Fuegos, el lugar ya está despoblado, manteniéndose así hasta la actualidad. La existencia de dos localidades con el mismo nombre, hace difícil conseguir noticias concretas. Durante los siglos posteriores, las tierras aparecen trabajadas por gente de Nagore. No hay mención a edificaciones en este lugar en ninguno de los diccionarios históricos del siglo XIX, ni tampoco lo hace en los del siglo XX. En este siglo, el lugar se transforma en una finca forestal del Gobierno de Navarra.

Arquitectónicamente, de esta iglesia podemos decir que tuvo una nave única, con arco apuntado y una espadaña con dos ojos apuntados. Sus restos son perfectamente visibles desde la carretera que une Aoiz y Nagore, construida en el 2003, ante el llenado de la presa de Itoiz.



La iglesia en 2018

La iglesia en 2022



miércoles, 18 de diciembre de 2024

¿Dónde está Bonifacio Montalbo? La Historia del Alcalde Desaparecido de Ribafrecha



Mucha gente en La Rioja ha oído la historia del famoso alcalde desaparecido de Ribafrecha, una historia real, transformada en leyenda popular, como un fantasma que sigue sobrevolando al nombre de la localidad riojana. Sin embargo, los datos históricos nos permiten arrojar algo más de luz sobre tan luctuoso suceso, que guarda una importante relación con la politica nacional del momento.

Corría el día 21 de enero de 1910 cuando Bonifacio Montalbo, alcalde de Ribafrecha salía de su casa en dirección al corral donde guardaba unas gallinas, con el fin de darles de comer. Esta es la última refrencia que se tiene a él.

El Ayuntamiento de Ribafrecha presentaba una situación adversa ya desde finales del siglo XIX, pues son muchas las noticias en las que se le requieren cuentas o informes, también varios concejales se quejan del funcionamiento y estado de la alcaldía de Ribafrecha. La tensión y el mal estar fue creciendo con el paso del tiempo, dándose casos como el del 12 de agosto de 1906 cuando se suspendió de sus funciones al secretario municipal.

Un año después, el 27 de enero de 1907 varios vecinos presentan firmas quejándose de la mala gestión que se está llevando en el Ayuntamiento de Ribafrecha, pidiendo que se haga pagar a todos los que tengan deudas y tratar así de recuperar la salubridad del Consistorio. En ese momento se presentaron doscientas tres firmas. Ante esto las autoridades volvieron a reclamar al Ayuntamiento y el 9 de febrero se cesó de nuevo al secretario, de lo que resultó que el Alcalde pide la dimisión al no encontrarse capacitado para poder desempeñar el cargo. Sin embargo los problemas internos en el Ayuntamiento continuaron, pues el 23 de marzo se requiere de nuevo al Consistorio para que presente el estado de cuentas.

La difícil situación que vivía este consistorio se mantuvo y se agravó en los años venideros, a la vez que la tensión entre los integrantes del mismo. En estas condiciones, el 16 de febrero de 1909 se abre el plazo de presentación de candidaturas para las listas electorales.

La situación estalló cuando el 27 de abril los liberales se quejan de que no han podido proponer candidatos para las alcaldías de varios pueblos, entre ellos Ribafrecha. Ante esta tesitura y unos días después, Bonifacio Montalvo García que posteriormente será alcalde de Ribafrecha y tres concejales más, remiten una carta al periódico quejándose del reparto de votos y concejales en ese Ayuntamiento. Sin embargo el descontento por esta misma causa también se dio en otros pueblos cercanos, que empezaron a poner en duda los métodos electorales que se venían aplicando desde mediados del siglo XIX.

Mientras tanto el 17 de junio de 1909 la prensa señala que el asunto de las listas electorales continuaba sin resolverse. Esto se solventó el 14 de julio cuando finalmente se anularon las elecciones en Ribafrecha y Ocón y tuvieron que volver a celebrarse. Esto supuso que fuese necesario presentar unas nuevas listas electorales con candidatos, que el 23 de julio se anularon, pidiendo que se eligiese a gente competente para formar parte del Consistorio. Esto llevó a Bonifacio Montalvo a pedir que se anulase la Junta Electoral. El 5 de agosto se atendió su propuesta anulando a la citada junta.

Las elecciones se realizaron en un ambiente de tensión en el que la Guardia Civil tuvo que estar presente. En ellas ganó la formación liberal con su candidato Bonifacio Montalvo, llevando a juicio a la anterior Junta Electoral, acusándolos de corrupción.

Con estos resultados, el 4 de septiembre se pidió que se conformase la corporación y el día 30 de septiembre se dieron por válidas las elecciones, sin embargo la tensión ya es dueña del Ayuntamiento pues el anterior alcalde no quiere dar paso a la nueva corporación elegida. Este asunto fue puesto en conocimiento de instancias nacionales y finalmente el día 19 de octubre se constituyó el Ayuntamiento, al acto acudió el Gobernador Civil dada la difícil situación que se estaba viviendo.

Mientras esto ocurría, las diferencias entre los concejales del Ayuntamiento fueron incrementándose, llegando a dudar unos de la capacidad de los otros y la tensión municipal se mantuvo durante un tiempo haciendo muy difícil el correcto gobierno de ese Ayuntamiento.

El día 21 de enero de 1910 se daba la noticia de que había desaparecido Bonifacio Montalvo García, Alcalde de Ribafrecha. La prensa señala que entre las siete y las ocho de la mañana, el Alcalde acudió a su corral donde daba de comer a las gallinas, perdiéndosele allí la pista. Al hacer la investigación únicamente se encontraron las llaves del corral puestas por dentro.

El caso de la desaparición del Alcalde de Ribafrecha llenó hojas y hojas de periódico, contando muy diferentes versiones de un hecho que marcó a todo el pueblo y del que nunca se supo lo ocurrido.

La prensa del momento comenzó publicando diferentes testimonios, en los que se hablaba de que el cadáver había sido arrojado a un horno de yeso o a una cuba de vino. Otros hablaban de que el crimen se habría cometido en el cementerio y el cuerpo se habría colocado debajo del de una sobrina suya que había fallecido ese mismo día.

La noticia traspasó las fronteras de La Rioja, publicándose durante mucho tiempo en los periódicos nacionales. La investigación de lo ocurrido también cambió de mano en varias ocasiones, sin que ninguna llegase a dar con una explicación coherente de lo ocurrido.

En estos años, en España se está desmantelando el conocido como Sistema Canovista o de la Restauración que mantenía un turno de partidos, Conservador y Liberal en el poder nacional. Para conseguir este objetivo se recurría habitualmente al falseo de elecciones, utilizando la corrupción electoral. Aparte de restringir el sufragio, también se han documentado votos de personas fallecidas, la introducción en las urnas de más de una papeleta por persona o la colocación de estas en lugares inaccesibles, como en lo alto de los campanarios. Aún así, si no se recogía el resultado esperado, se vaciaban las urnas y se rellenaban con nuevas papeletas.

Este sistema permitió que se mantuviesen en el poder élites caciquiles que controlaban absolutamente todos los ámbitos de la vida. Con la llegada del siglo XX, este sistema corrupto se fue desmontando, pues poco a poco el sufragio se fue ampliando y fueron muchas las voces que reclamaban limpieza en las elecciones. Esto puso a las élites cada vez en una situación peor, pudiendo controlar cada vez menos el sistema. El caso de Bonifacio Montalvo es uno de ellos, pero no fue el único que alzó la voz contra este sistema, requiriendo una mayor transparencia en los municipios. Precisamente, en el momento en el que ocurrió la desaparición del alcalde estaba a punto de ser elegido Presidente del Gobierno José Canalejas, defensor de la limpieza electoral y política, de pensamiento igualmente liberal que consiguió desterrar este sistema e imponer un modelo de estado moderno. Sin embargo, Canelejas corrió un destino muy similar al de Bonifacio Montalvo, pues el 12 de noviembre de 1912 fue asesinado en la Puerta del Sol cuando miraba el escaparate de una librería.

En La Rioja, en el mismo periodo que Bonifacio Montalvo, hay otros alcaldes y candidatos de distintos municipios que también comenzaron a poner en duda el sistema. En años venideros serán muchos los pueblos que comenzarán a desconfiar del sistema ayudándole así a desaparecer, como el caso de Nájera y Baños de Río Tobía, un año después que Ribafrecha.

El caso de Bonifacio Montalvo fue seguido de forma intensa por la prensa del momento que cada día trataba de dar noticias nuevas, creando un gran noticiario titulado Crimen Misterioso, en el cual se comenzaba a dar vida a teorías, muchas de ellas con tintes novelescos que colaboraron a crear una inmerecida fama a los habitantes de Ribafrecha por un hecho que para nada se puede decir que fue aislado.

A día de hoy, Bonifacio Montalvo es el desaparecido más antiguo en La Rioja del que se tiene constancia.

Tras su desaparición, se nombró a un alcalde en funciones que se hará cargo de seguir con las labores de su predecesor.

Concluidos los interrogatorios, registros, investigaciones, teorías y ríos de tinta, el 25 de abril se dio por sobreseída la causa del Alcalde de Ribafrecha, poniendo en libertad a los trece procesados.

 




Varias vistas de Ribafrecha. Juan José Barrio





 


martes, 17 de diciembre de 2024

Dónde "El Bergerón"

 Lugar de reunión de Logroño durante décadas, la esquina del Reloj de Bergerón se convirtió en un importante punto para la ciudad de Logroño. Su ocaso lo marcó la retirada del reloj en la década de los 70.

La historia de esta manzana arranca con el derribo de las murallas y de las Escuelas Viejas en 1861, ligados también a la apertura de la calle Sagasta.

El edificio en el que se colocaba el famoso reloj de Bergerón, ubicado en la esquina entre la Calle Sagasta y Bretón de los Herreros, fue diseñado en 1877 por Francisco Luis y Tomás. El bajo fue adquirido por Lucas Bergerón, sucesor de Manuel Bergerón, primer relojero de esta saga, para instalar en él su taller de relojería, cuya especialidad era la fabricación de relojes de pared, y era también el representante en Logroño del famoso relojero Losada, autor del reloj de la Puerta del Sol. El taller de Bergerón tuvo su primera ubicación, desde 1881, en la calle del Mercado, 98. Este relojero había construido muchas piezas de relojería para diferentes lugares de la ciudad, como por ejemplo, el Instituto de Segunda Enseñanza (actual Sagasta), ubicado en el Convento del Carmen. Desde 1878 ostentó también el cargo de Relojero Municipal de la Ciudad. Durante su carrera, diseñó para su relojería ubicada ahora en la esquina de las calles Bretón de los Herreros y Sagasta un reloj de fachada con doble esfera. En 1883, pidió la autorización pertinente al Ayuntamiento para colocarlo, aunque no sabemos si finalmente lo instaló. Era un reloj de 70 centímetros con luz propia. Tenía números romanos y estaba rematado con unos vistosos pináculos y funcionaba a cuerda, con una maquinaria mecánica controlada desde dentro del local. Lucas Bergerón morirá el 6 de febrero de 1894. Entonces la relojería pasará a manos de su viuda, posteriormente a Tomás Teresa García y después a Joaquín Rodríguez y Cia, que en 1902 vuelve a pedir permiso al Ayuntamiento para colocar un reloj en la misma esquina. Según la documentación, el reloj será colocado el 21 de junio de 1902. Desconocemos si este reloj era aquel primero. No mucho después, la relojería pasará a ser propiedad de Eulogio Pastor y posteriormente de Gervasio Pastor. El avance en el crecimiento urbano, la creación de avenidas llenas de peatones, coches, bicicletas, autobuses…, llevaron a esta esquina, a convertirse en el centro de la ciudad. Por ello, el Reloj de Bergerón, junto a su vecino el Reloj de Ibercaja, marcaban el fluir de la vida urbana. Los logroñeses usaban esta referencia para sus encuentros sociales, comerciales o personales, quedando “donde el Reloj de Bergerón”. La casa se mantenía sin cambios importantes, únicamente habían mudado los rótulos de los diferentes relojeros. En la década de los 70, el edificio dónde se ubicaba el reloj de Bergerón está muy deteriorado, se declara en ruina y el Ayuntamiento pide desalojar el edificio, entonces la relojería desmonta el reloj antes de irse. Desconocemos que ocurrió después con este histórico artilugio.

La casa también fue sufriendo los achaques del tiempo, aunque resistió hasta, que en 2011, el Ayuntamiento lo volvió a declarar en ruina y se procedió a su derribo y reconstrucción, ahora convertido en un edificio de apartamentos turísticos. Se han oído voces que han pedido la restauración del reloj devolviéndole a esta esquina su esplendor perdido.




domingo, 15 de diciembre de 2024

Arleta, al pie del Camino

 


Se documenta como señorío de realengo en 1280, quedando despoblado un siglo después. En 1427, vuelve a tener un habitante. Posteriormente, los dueños lo vendieron a Roncesvalles. Aparece mencionado en el Libro de Armería del siglo XVI, al contar con palacio y propietarios hasta el siglo XVIII. En el siglo XIX, tenía un regidor electo por las tres familias que lo habitaban.

Lugares para visitar:

(En la actualidad, Arleta es una propiedad particular, por lo que las visitas están restringidas. Desde el Camino de Santiago, se obtiene una vista completa del lugar)

-Iglesia de Santa Marina: Se ubica justo al lado del paso de la Ruta Jacobea. La iglesia tiene una portada románica y una espadaña, además de un retablo del siglo XVI. En sus alrededores, hay restos de estelas y de un camino antiguo. Tiene una ventana tapida en la que los peregrinos dejaban sus ofrendas.

-Palacio: Ubicado junto a la iglesia. Tiene forma de U. Presenta un patio central que lo articula. A su derecha, hay una construcción más moderna, realizada en torno a una torre cuadrangular. A la izquierda, vemos una ventana geminada, más antigua que el resto del conjunto. La existencia de este palacio está documentada desde el siglo XVI.

-Lavadero: Ubicado junto al camino, en la actualidad en ruinas.

-Crucero: Se sitúa junto a la carretera, en la entrada principal del señorío. Presenta una cruz, situada en lo alto de una columna con fuste y capitel. El trazado del Paque Fluvial del Arga pasa a su lado.

-Ermita de San Martín (Desaparecida): No quedan restos.

 

sábado, 7 de diciembre de 2024

Lusarreta, un lugar con un gran trasfondo histórico


 Antiguo señorío de Realengo, ubicado en una de las zonas más altas del Valle de Arce. Se trata de un pequeño núcleo, en el que se conserva el único hórreo del Valle de Arce. Conocemos las primeras menciones a Lusarreta cuando en 1280 pagaba pechas a Roncesvalles, al igual que sus vecinos.

En el Libro de Fuegos de 1366, se contabilizan seis, siendo siete en 1553.

En 1566, vive en Lusarreta Sancho de Leyún, que se casa en segundas nupcias con Catalina de Lusarreta. El era noble. De su primer matrimonio únicamente le sobrevivió una hija. Las segundas nupcias de Sancho no fueron bien acogidas en su familia, que les acusó de dilapidar el patrimonio. Acabaron viviendo en la más absoluta miseria. Tuvieron tres hijos. A su muerta, Catalina pide ser enterrada en Lusarreta y no en Leyún con su marido.

En el año 1783, Miguel Dufur Ibarra de Lusarreta muere sin descendencia directa siendo el último habitante de la Casa Garaico. Su heredera más cercana vivía en Lenaroz y era su sobrina, llamada Juanchina, que con dieciséis años se verá obligada a casarse y vivir en la casa de Lusarreta para no perder la herencia de su tío. Pero no es un caso aislado, pues en 1790 conocemos otro similar en la casa Garrraicorena. Estos matrimonios no eran ni abundantes, ni extraños en la montaña navarra.

En 1794, la Convención Francesa quema la borda de Lusarreta, mientras que el resto del pueblo se salva de las llamas.

En 1800, vivían en Lusarreta 31 personas. En 1858, tenía 58 habitantes.

En 1856, un vecino de Lusarreta va a cumplir el servicio militar en lugar de otro de Mezquíriz. En 1898, se construye la carretera que une Lusarreta con la del Valle de Arce.

En una visita a Lusarreta podemos ver:

-La iglesia de San Esteban. Se cree que se construyó hacia el año 1200. Ha sido restaurada en varias ocasiones a lo largo de su historia. Tiene una planta irregular, aunque con cierta forma de cruz, cubierta con una bóveda de cañón. A los pies hay un coro de madera, en cuyas vigas se han tallado unas vistosas formas. Tuvo un retablo, desaparecido en parte del siglo XVII-XVIII.

-Hórreo: Muy similar al de Erdozain y al de Iracheta. Está construido sobre arcos, en este caso ocho. Sobre ellos, hay unas piedras que cumplen la función de tornarratas. Estos tres hórreos son los únicos construidos sobre arcos. La portada es un arco campaneiforme, decorado con una cruz, unos botones y una cruz de seis puntas, que pueden datar de los siglos XV-XVI. Tras la restauración, se eliminaron las casas contiguas y se trasladó el acceso a su situación actual.


Dos vistas de la iglesia

Hórreo

Puerta de una casa


Dos vistas de la iglesia


domingo, 1 de diciembre de 2024

El Palacio de los Chapiteles de Logroño

 Ubicado en el arranque de la calle Portales, el Palacio de los Chapiteles es una de las construcciones más destacadas del Casco Histórico de Logroño. Hoy en día, sede del Instituto de Estudios Riojanos y de la Dirección General de Cultura y hasta hace no muchas décadas sede del Ayuntamiento de Logroño.

Los orígenes del edificio se remontan al siglo XVI, en un contexto urbano muy diferente. El cerco amurallado recorría la actual Muro del Carmen, Rodríguez Paterna y el Muro de Cervantes. En la confluencia de las tres calles se ubicaba la Puerta de la Herventia, uno de los arcos de entrada a la ciudad. Las primeras referencias que conocemos al edificio que hoy ocupa el número 2 de la calle Portales se remontan al siglo XVI, cuando la familia Jiménez de Enciso, en concreto Pedro Jiménez de Enciso, construye esta casa, con un aspecto muy diferente al que hoy conocemos. La documentación nos describe que en el interior había habitaciones dedicadas a escritorios, capilla, entre otras. La documentación también menciona la existencia de dos pequeñas torrecillas en una de las fachadas, que fueron construidas en 1575. La fachada principal tenía una puerta en forma de arco de medio punto. En el último piso había una galería bajo los torreones. En el centro había un patio interior. La planta noble era la primera, que se decoraba con los muebles más suntuosos y ricos. Había un salón y una biblioteca con libros. En esta planta se guardaron algunas tablas de retablo que la familia tenía en la Redonda mientras esta estaba en construcción. En el primer piso había habitaciones, que estaban articuladas en torno al patio central, ubicando el Salón Principal en la fachada a la Herventia. Este modelo de construcción no es muy diferente al que se estaba realizando por la nobleza en esos momentos en todo el territorio español. La zona cambió mucho al colocarse en 1572 el Ayuntamiento en el Edificio de El Portalón. Durante el siglo XVII, la zona de nuevo sufrió un cambio al construirse una nueva manzana de casas enfrente. Igualmente, las casas colindantes también sufren cambios, que no eclipsaron el poder económico de la familia de los Jiménez de Enciso, que seguían manteniendo su residencia en este edificio. El nombre de Palacio de los Chapiteles procede de este siglo, cuando se colocan estos característicos remates sobre los dos torreones de la fachada de la calle Portales. Durante estos años, se abre al este del edificio una nueva calle, San Isidro, al desaparecer la primigenia muralla y erigirse la antigua Casa de Correos. En el vecindario del año 1771, la casa es propiedad de Bartolomé de Vidaurreta, descendiente de los Jiménez de Enciso. En 1753 se reconstruye la fachada de la Herventia. Los cambios se consolidan en el siglo XIX, en concreto tras la Guerra de la Independencia y las Guerras Carlistas. El 17 de mayo de 1862, el Ayuntamiento se hace con la casa para colocar en ella la sede del Ayuntamiento. también Sus interiores son remodelados, adaptándolos al gusto decimonónico y al uso municipal. En ese mismo año también se eliminan los viejos muros y con ellos la Puerta de la Herventia. A mediados del siglo XIX, se realizan las Alineaciones, llevadas a cabo por diferentes arquitectos, que derribaron muchas de las casas colindantes a los muros, dejando más visible la nueva casa consistorial. El siglo finalizó con la desaparición del Convento de los Carmelitas en 1895. Durante estos siglos, las dependencias interiores del edificio cambiaron sustancialmente, llegando a desaparecer el patio a mediados del XIX para colocar en él la escalera. El día 2 de junio de 1902, se eliminan los Chapiteles originales de las torrecillas. Durante todo el siglo, el edificio sufrió reformas para adecuarlo a las necesidades del Consistorio. En el año 1980, el Consistorio se va y el edificio se transforma en sede del Instituto de Estudios Riojanos tras una profunda reforma interior y exterior. En el 2010, los Chapiteles volvieron a su posición original.