martes, 17 de diciembre de 2024

Dónde "El Bergerón"

 Lugar de reunión de Logroño durante décadas, la esquina del Reloj de Bergerón se convirtió en un importante punto para la ciudad de Logroño. Su ocaso lo marcó la retirada del reloj en la década de los 70.

La historia de esta manzana arranca con el derribo de las murallas y de las Escuelas Viejas en 1861, ligados también a la apertura de la calle Sagasta.

El edificio en el que se colocaba el famoso reloj de Bergerón, ubicado en la esquina entre la Calle Sagasta y Bretón de los Herreros, fue diseñado en 1877 por Francisco Luis y Tomás. El bajo fue adquirido por Lucas Bergerón, sucesor de Manuel Bergerón, primer relojero de esta saga, para instalar en él su taller de relojería, cuya especialidad era la fabricación de relojes de pared, y era también el representante en Logroño del famoso relojero Losada, autor del reloj de la Puerta del Sol. El taller de Bergerón tuvo su primera ubicación, desde 1881, en la calle del Mercado, 98. Este relojero había construido muchas piezas de relojería para diferentes lugares de la ciudad, como por ejemplo, el Instituto de Segunda Enseñanza (actual Sagasta), ubicado en el Convento del Carmen. Desde 1878 ostentó también el cargo de Relojero Municipal de la Ciudad. Durante su carrera, diseñó para su relojería ubicada ahora en la esquina de las calles Bretón de los Herreros y Sagasta un reloj de fachada con doble esfera. En 1883, pidió la autorización pertinente al Ayuntamiento para colocarlo, aunque no sabemos si finalmente lo instaló. Era un reloj de 70 centímetros con luz propia. Tenía números romanos y estaba rematado con unos vistosos pináculos y funcionaba a cuerda, con una maquinaria mecánica controlada desde dentro del local. Lucas Bergerón morirá el 6 de febrero de 1894. Entonces la relojería pasará a manos de su viuda, posteriormente a Tomás Teresa García y después a Joaquín Rodríguez y Cia, que en 1902 vuelve a pedir permiso al Ayuntamiento para colocar un reloj en la misma esquina. Según la documentación, el reloj será colocado el 21 de junio de 1902. Desconocemos si este reloj era aquel primero. No mucho después, la relojería pasará a ser propiedad de Eulogio Pastor y posteriormente de Gervasio Pastor. El avance en el crecimiento urbano, la creación de avenidas llenas de peatones, coches, bicicletas, autobuses…, llevaron a esta esquina, a convertirse en el centro de la ciudad. Por ello, el Reloj de Bergerón, junto a su vecino el Reloj de Ibercaja, marcaban el fluir de la vida urbana. Los logroñeses usaban esta referencia para sus encuentros sociales, comerciales o personales, quedando “donde el Reloj de Bergerón”. La casa se mantenía sin cambios importantes, únicamente habían mudado los rótulos de los diferentes relojeros. En la década de los 70, el edificio dónde se ubicaba el reloj de Bergerón está muy deteriorado, se declara en ruina y el Ayuntamiento pide desalojar el edificio, entonces la relojería desmonta el reloj antes de irse. Desconocemos que ocurrió después con este histórico artilugio.

La casa también fue sufriendo los achaques del tiempo, aunque resistió hasta, que en 2011, el Ayuntamiento lo volvió a declarar en ruina y se procedió a su derribo y reconstrucción, ahora convertido en un edificio de apartamentos turísticos. Se han oído voces que han pedido la restauración del reloj devolviéndole a esta esquina su esplendor perdido.




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